Si se orquesta en conjunto la riqueza mental de los miembros de la organización, se puede generar rentabilidad. Se trata de resultados superiores y diferenciadores respecto a los de otras organizaciones que aún no han logrado esa fuerza conjunta.
El mayor activo que poseen las organizaciones, es el capital intelectual de quienes las integran. Cada ser, único e indivisible, tiene en su mente un arsenal de conocimientos, metodologías y experiencia aplicada.
Sin embargo, los gerentes de talento humano no siempre pueden obtener el máximo aprovechamiento de ese valioso arsenal de intelecto de las personas bajo su liderazgo. En ocasiones, las rutinas establecidas restringen la capacidad creativa de los colaboradores internos para idear mejores soluciones.
El cumplimiento de los indicadores clave (KPI en inglés) pasa a ser un obsesivo punto de llegada que despersonifica a los individuos y el aislamiento competitivo de los departamentos hace que cada unidad logre metas, pero sin el impacto de una gestión armónica.
¿Competitividad o Alto Desempeño?
En el 2014, una empresa latinoamericana productora de snacks libres de gluten, al cabo de 2 años de haberse fundado poseía el 50% de la cuota de mercado del país sede, sin haber invertido prácticamente nada en publicidad y con menos de 40 empleados. Su enfoque disruptivo de la atención de las necesidades del mercado le llevó a obtener un posicionamiento e ingresos envidiables.
El equipo de trabajo se dividía principalmente en 3 áreas: producción, logística de distribución y el área administrativa. El personal era leal y capacitado. Sin embargo, existía una rivalidad entre los gerentes de producción y administración para demostrar cuál de los 2 departamentos era más productivo en función del tiempo y los resultados.
¿Qué sucedió?
Todos trabajaban en la misma empresa, pero en la práctica, eran 2 organizaciones distintas. Los encargados de recibir los pedidos en el departamento de administración tenían una comunicación intermitente con el área de producción. Lo que llevó en varias ocasiones a que se produjera mucha más cantidad de algunas referencias de producto, que las que realmente requerían los clientes.
Se generaron pérdidas implícitas por uso de materias primas limitadas; costos de almacenamiento interno y paralización de líneas de producción debido al estancamiento de productos sin rotación. Hechos que evidentemente generaban menos rentabilidad. ¿Qué pudieron haber hecho distinto? ¿no eran ya un Equipo de Alto Desempeño?
La auténtica rentabilidad generada
En el ejemplo anterior, la empresa era eficaz, pero es obvio que no actuaba como un equipo de alto desempeño que genera auténtica rentabilidad. Ésta última, no se basa únicamente en la generación de más ingresos. Se fundamenta en que los recursos que invertimos (materia prima, horas hombre, tiempo de logística, entre otros), se utilizan de la forma más óptima posible para generar mayor ganancia.
En otras palabras, se genera rentabilidad cuando el dinero que representan el tiempo usado por el personal y las ideas que generan, producen ingresos superiores a la sola suma de las horas pagadas como salario. Entonces, en el caso del talento humano ¿Cómo se optimiza para que genere mayor ganancia? ¿Qué hacen los Equipos de Alto Desempeño para lograr generar rentabilidad?
Ruta para generar rentabilidad en equipo
a) Reúne a tu equipo de trabajo para explicarles el objetivo macro que juntos deben conseguir y la ruta de acción. Resalta el rol que cada departamento juega en esa consecución. Hazlo de modo que entiendan que es el esfuerzo de todos el que hace posible el logro de la meta.
b) Incentiva la interacción entre los distintos departamentos, crea momentos para que miembros de un departamento particular expongan una dificultad existente que obstaculiza el logro de sus objetivos departamentales. Asegúrate de que sea un departamento diferente en cada sesión.
c) Hazles ver que son interdependientes. Que ese obstáculo expuesto, les impide a todos los demás departamentos lograr el objetivo macro de la organización a pesar de que alcancen sus objetivos individuales.
d) Solicita el apoyo del personal de los demás departamentos para que aporten ideas sobre cómo solucionar el obstáculo expuesto en cada sesión e invita a quienes presentaron el obstáculo a tomar nota y considerar las soluciones propuestas por sus compañeros.
e) Realiza reuniones periódicas de seguimiento, que permitan a todos conocer el resultado de las soluciones aplicadas, y el avance de toda la organización respecto a la meta macro.
f) Celebra y reconoce cuando la solidaridad de los miembros de un departamento haya sido evidente, y en especial, cuando en forma espontánea, los miembros de un departamento se hayan ofrecido para ayudar a otros con sus actividades para aligerar las cargas, o para acelerar la consecución de la meta.
Tu Equipo de Alto Desempeño puede generar rentabilidad
Los Equipos de Alto Desempeño entienden la complementariedad existente entre todos los miembros de la organización. Saben que el éxito conjunto es más importante que los logros individuales de cada área departamental, por eso generan un sentido de unidad, de compromiso y de lealtad mutuas.
Cada miembro se siente co-responsable del éxito de sus compañeros y actúa en consecuencia, no solo ayudando a otros y equilibrando las carencias, sino dando lo mejor de sí en sus actividades individuales, porque comprende que todos cuenta con él para lograr la meta conjunta.
Esta clase de equipos, permiten a la organización obtener rentabilidad mucho más allá de simples estados financieros en positivo, ya que hacen que la plusvalía organizacional que generan con este enfoque de trabajo, se incremente exponencialmente y sea transmisible en el tiempo.